Ella finalizó la educación media y tuvo la oportunidad de tomar cursos de máquinas de coser en un Instituto de Educación Tecnológica; una vez culminó su curso empezó a buscar trabajo y sus pasos la llevaron a una fábrica de textiles.
Ella confía en el tiempo, porque está segura que el paso de los años trae soluciones, se puede obtenerse superaciones; por ello, trabajó con ahincó y paso de operaria a supervisora y el tiempo trascurrió, hasta llegar el momento de poderse pensionar.
Hoy agradece a la vida y ha entendió la expresión de Miguel de Cervantes Saavedra en su obra Don quijote de la Mancha: “Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”.