Ella llegó a la edad de la vejez; ya siente que es mimada por sus hijos y nietos; porque como lo dice ella: “la abuela sí viaja”.
Con 80 años y ya tiene dos décadas visitando a sus hijos y nietos en el extranjero, es feliz y apoya en lo que puede. Ella ya camina lento, se sujeta de las barandas de las escaleras de su casa al salir a caminar.
Expresa con frecuencia: “si tú no sabes, yo menos”, pero aun así es cariñosa, sonríe a carcajadas y hasta llora escuchando ocurrencias de sus nietos. ¿Qué ella disfruta demasiado? claro que sí.
No siempre da consejo; solo se dispone a gozar, a regocijarse; porque la Abuela Sí viaja.