Ella sale en las mañanas con una escoba y empieza a barrer la entrada de la casa, al ver su entrada y limpia, sin polvo, le brinda alegría y tranquilidad.
Esta actividad se convierte en una rutina, luego hábito, costumbre y disciplina, tiene la certeza de pensamiento, que un lugar limpio garantiza seguridad que contribuye a un aire limpio y puro.
Al barrer la entrada de la casa contribuye de manera positiva para ella pero además a un ambiente sano al vecindario y alrededores.
En fin, esta tarea le permite un entorno ordenado y visualmente organizado.