Ella nunca imaginó que vería la maravilla de creación, que sus ojos se abrieran más de lo normal, que su boca expresará palabras bonitas, que sus labios se extendieran y que pasara de sonrisa a carcajada y que sus gestos fueran de tanta admiración.
Que lugar tan hermoso, impetuoso, que permite soltar y no siente que se rompa nada, porque allí, se siente tranquilidad, inspiración, sentimiento de libertad, de miedo.
Que número de emociones; oh si, la emoción de ver el mar y porque no decirlo, allí también se dejan sentimientos con la confianza de que algo nuevo pasará.