El destino la llevaba a trabajar con muchos hombres y allí valoró que su pensamiento era diferente a los de ellos, que su punto de vista no era el mismo que el de los demás y aunque algunas veces se sentía un punto y aparte; también agradeció que las acciones de los hombres era la protección de caballeros, que la cortesía siempre se dio, que muchos actuaban con nobleza y que en varias ocasiones eran benévolos y gentiles con ella.
Relato 30. Protegida por caballeros
SIA MESITA