Ella se encontraba en la etapa de vejez; sin embargo, sentía en su corazón que aún le faltaba algo; por lo que, con intrepidez tomo sus cosas y se fue a otro continente.
Se despidió e inicio con una actividad diferente, sintió nostalgia, seguramente lloró, pero siguió, siguió y se acopló.
Encontró una forma diferente de vivir y se quedó. Ella se llenó de amor y su vida cambio, fortaleciendo su bienestar. Hoy sonríe y su sonrisa traspasa fronteras.