Relato 2. Gracias tía, salvaste el día de primera comunión

Relato 2. Gracias tía, salvaste el día de primera comunión

Llegaba el día de recibir la primera comunión, con ello, los preparativos de vestuario que la niña soñaba, pero por circunstancias de escasez aún no había zapatos, para el lindo traje que le había hecho su mami. ¿Qué hacer?, ¿a quién acudir?.

Atenta a esta necesidad, estaba la tía, de aquellas que dan en forma incondicional. Pues sí, corrió a conseguir a un almacén de pueblo, unos zapatos de tela blancos con cordones blancos y con inmenso cariño llegó con el estreno de calzado.

Estaba todo listo y el recuerdo de un día de fiesta especial.

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