ÉL llegó al lugar de trabajo por una oportunidad que le consiguió un familiar; Ella llegó allí, porque le toco cambiar de ciudad para tener una mejor opción de vida.
Compartían mucho tiempo juntos y con el paso del tiempo, se inició el romance y una relación basada en la comprensión, que también tenía sacrificio, además, generosidad al ceder espacios, actitudes y crecimiento espiritual como pareja.
Tal vez no había una compatibilidad total en hábitos, pero aprendieron a compartir momentos juntos y gestionar las finanzas.
Los novios por destino terminaron en matrimonio y caminan agarrados de la mano.