Ella estaba en un trabajo de aseo; todos los días seguía la misma rutina; sin embargo, llegó un hombre y se acercó con una tarjeta en la mano, ofreciendo otro empleo.
No preguntó si tenia experiencia, solo sabia que tenia la capacidad para otro cargo, para avanzar, para tomar una nueva tarea y así fue; no fue fácil, pero se dio una nueva oportunidad.
Con los años en el trabajo, ella se dio cuenta que pudo avanzar, que en el camino hubo ángeles que la apoyaban, que daban animó, que le brindaban espacio para su progreso personal y profesional, que le permitieron capacitarse, que le dieron otro puesto mejor y así creció.