Él está muy tranquilo y nada teme, no tiene miedo a noticias desfavorables, porque su corazón está firme y confía en que al final de todo camino, tendrá noticias positivas.
El sentía que su felicidad era tener espacios tranquilos, silenciosos, sintiéndose como un bebe en el regazo de su madre.
Ahora siente que la felicidad es ser agradecido, recuerda la resiliencia y momentos vividos para estar donde está, es consiente de sí mismo y practicar la sabiduría, se rodea de ternura y recobrar la calma.